El PSOE es de izquierdas y yo soy Robert Redford

En el día de ayer leí una entrevista que eldiario.es había realizado a la escritora catalana Rosa Regàs y tengo que reconocer que me quedé estupefacto. No sé si será porque la intelectualidad hispana, que se autodefine de izquierdas, ha vivido durante muchos años en Alicia en el País de las Maravillas o porque muchos de no quieren enterarse.

Todo esto viene a cuento por algunas de las manifestaciones y afirmaciones que realiza en la entrevista. La verdad, no tienen desperdicio. Pero en este artículo solo me voy a centrar en una de ellas: la del carácter de izquierdas del PSOE.

En los primeros compases de la entrevista manifiesta: “Yo soy de izquierdas y votaré siempre a un partido de izquierdas. La verdad es que voto al mismo, lo haga bien o lo haga mal, porque estoy convencida de que igual que las personas también los partidos cometen sus errores”. Ya, el leer esta afirmación, me produjo una sensación de perplejidad. Es de izquierdas pero actúa igual que el votante de derechas. El concepto de la autocrítica no debe de entrar en sus coordenadas políticas. Quizás sea porque confunde el concepto de disciplina, que también existe en la izquierda, con el borreguismo político. Otra posibilidad es que no entienda que la sana autocrítica no tiene nada que ver con la autoflagelación, que muchas veces se da en la izquierda cuando el purismo se lleva a límites perversos,  pretendiendo que su partido sea tan perfecto que no tenga contradicciones. Conclusión: Vota siempre al mismo, lo haga bien, mal o regular.

Hasta aquí alguna de las críticas que se le pueden realizar en el campo de la ética o de las formas de hacer política desde los parámetros de la izquierda. Pero, avanzando un poco en la entrevista, manifiesta a qué partidos vota y ha votado, en los siguientes términos: “Desde que existe voto a Podemos. Voté durante mucho tiempo al PSOE” y desvela que cambió el sentido de su voto “Por esa modificación de la Constitución que hizo el PSOE con nocturnidad y alevosía. Aquello me sentó fatal. No entendí ni lo que hicieron ni cómo lo hicieron y me ha costado mucho recuperarme de eso”. Debió ser que en ese momento vio la luz, pero en todo el artículo no nos dice si todavía considera al PSOE un partido de izquierdas porque ¡quién sabe! Para Rosa Regà quizás el PSOE siga siendo un partido de izquierdas que ha cometido únicamente el error de la modificación de la Constitución en agosto de 2011.

Ante esta manifestación de la escritora catalana me ha venido a la cabeza un sinfín de decisiones que ha tomado el PSOE, tanto durante los gobiernos de Felipe González como en los de Rodríguez Zapatero, y  me pregunto si le parecieron decisiones propias de un partido de izquierdas. Así que paso a enumerar algunas, a ver si, aunque ha terminado la Semana Santa y entrados en tiempo de Pascua, le sirve como acto de penitencia a Rosa Regàs como a las personas que todavía piensan que el PSOE es de izquierdas y de esta forma tengan un hilo de luz que les ilumine y aterricen en el suelo porque la realidad siempre es tozuda. Como  a Rosa Regàs el motivo que le hizo dejar de votar al PSOE fue una decisión en materia económica, voy a empezar por este tema. Los diferentes gobiernos de Felipe González (1982-1996) nos obsequiaron con las siguientes medidas: el decreto-ley que aprueba Boyer liberalizando algunos sectores como el alquiler, lo que suposo dar gasolina y oxígeno a la especulación que se daba en los años 80. ¿Alguien ha olvidado aquella frase de Carlos Solchaga en 1988 de «España es el país donde se puede ganar más dinero a corto plazo de toda Europa y quizás uno de los países donde se puede ganar más dinero de todo el mundo»? Era la cultura del pelotazo.

Otra medida: la reconversión de los sectores estratégicos que estaban en manos del antiguo INI (Instituto Nacional de Industria) luego denominada SEPI. El PSOE desmanteló la  industria naval con el cierre de astilleros como Euskalduna (Bizkaia) y Astano (A Coruña) y luego pasó a la industria siderometalúrgica con AHV (Bizkaia) y Ensidesa (Asturias). Esto no fue una reconversión, fue únicamente un cierre para adelgazar al Estado e ir poniendo la alfombra roja al sector privado. Muchos trabajadores miraron para otro lado al recibir indemnizaciones y prejubilaciones sin pensar que su puesto de trabajo quedaba amortizado y que empezaba la política de desierto y tierra quemada.

La primera reforma de las pensiones la hizo el gobierno de Felipe González en 1985 y le supuso la primera huelga general que organizó CCOO. La UGT todavía se encontraba cómoda con el PSOE, aunque eso supuso la dimisión como diputado del PSOE de Nicolás Redondo Urbieta. Para finalizar, justo antes que el PP llegara al gobierno en 1996, el Gobierno de Felipe González le facilitó el camino dejándole aprobada una ley de empresas de trabajo temporal.

Durante los gobiernos de Rodríguez Zapatero se profundiza en las reformas fiscales rebajando los impuestos directos, IRPF e Impuesto sobre Sociedades de la mano del marxista-leninista de Pedro Solbes. Si, ese señor que cuando era comisario europeo le engañó el gobierno de derechas griego falsificando los datos económicos para poder entrar en la Zona Euro. Pues bien, El PSOE dio una vuelta de tuerca más para rebajar la carga fiscal a las clases más favorecidas. Es la época en la que deciden que se elimine el Impuesto sobre el Patrimonio. Lo dicho, un marxista clásico en materia económica y culmina este gobierno realizando otra reforma de las pensiones en la que se sube la edad de jubilación a los 67 años y la reforma laboral. En conclusión, siempre pagan el pato los mismos. No cabe duda de que el PSOE es el responsable del giro neoliberal en el Estado español.  

En materia de derechos y libertades el Ministro del Interior, el requeté José Barrionuevo (lo de requeté lo digo porque en su época estudiantil militó en la Asociación de Estudiantes Tradicionalistas de ideología carlista y perteneció al SEU) impulsó una nueva ley antiterrorista en el año 1983 en la que se producía un recorte de los derechos y libertades. Fue criticada por organismos internacionales y en Madrid, la Asociación contra la Tortura presidida por el abogado Fernando Salas, se partió la cara para luchar contra esta ley, porque consideraba que serviría para dar cobertura a la práctica de la tortura. De la mano de esas políticas miembros del Gobierno del PSOE crearon un grupo terrorista por parte del Gobierno (GAL) con la utilización de la cal viva para acabar yendo de romería a la puerta de la prisión de Guadalajara a abrazar a Barrionuevo y Rafael Vera el día que entraban en prisión. El PSOE no sólo no finalizaba con el problema de ETA sino que encima echaba más gasolina al problema y daba recursos dialécticos a los que se suponía que combatían.

El PSOE  tampoco depuró responsabilidades en los cuerpos policiales en su connivencia con los grupos de extrema derecha, les dejó campar a sus anchas. Aquellos polvos trajeron estos lodos, ahora todo el mundo en la izquierda se escandaliza porque se han percatado que la Policía y Guardia Civil está plagada de elementos ultras. En todos los mandatos en los que el PSOE ha gobernado no ha realizado ni un solo intento por democratizar ni el Ejército,  ni los cuerpos policiales, ni la judicatura. También debería de haberlos depurado de elementos franquistas pero no hizo ni el intento que regenerarlos. Vemos hoy en día que, esos elementos franquistas, siguen campando a sus anchas. Ni se molestó en investigar la trama civil del 23-F e indultó al General Armada ¿quizás tenían algo que ocultar?

Por lo que respecta a la memoria histórica y rehabilitación de las víctimas de la Dictadura, esta etapa se puede resumir diciendo que los diversos gobiernos de Felipe González no hicieron absolutamente nada. Con la mayoría aplastante que tenía, ni se plantearon sacar al dictador del Valle de los Caídos y permitieron que se le homenajeara, junto a José Antonio, todos los 20-N y no se aprobaron ninguna ley en la que se condenara la dictadura ni su exaltación. Ahora nos echamos las manos a la cabeza por todo lo que estamos viendo pero no debería de extrañarnos nada.

En materia de organización territorial el PSOE dice una cosa en la oposición y en el gobierno hace otra. Pero tampoco vamos a pedirle peras al olmo, a un partido que durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera tiene la indecencia de colaborar con ella no le vamos a pedir mucho más. Todo esto lo digo porque antes de llegar al poder llegó a salir en una manifestación en Donostia en 1978 a favor del derecho a la autodeterminación, encabezada por Txiki Benegas. Pero cuando llegaron al gobierno intentaron aprobar leyes orgánicas que recortaban competencias a los estatutos de naciones históricas como fue el caso de la LOAPA. Es más de lo mismo. Durante todo el tiempo que gobernó el PSOE con Felipe González tuvo la posibilidad de dejar solucionado el tema territorial y de paso podía haber ayudado a solucionar la parte más dura del conflicto de ETA. Pienso que tuvo todo el margen de maniobra necesario para ello. No me cabe la menor duda que nos hubiéramos ahorrado mucho sufrimiento. El PSOE fue incapaz de avanzar hacia un Estado Federal de verdad y no cara a la galería.

Ha tragado con una ley electoral que para las elecciones al Congreso prima a las zonas más despobladas pero en el caso de la forma de elección del Senado es más grave al dar la misma representación a todas las provincias. No puede ser que Ávila tenga 4 senadores al igual que Madrid, Barcelona o Bizkaia. Luego ocurre que en el Senado siempre va a tener mayoría absoluta la extrema derecha (no me he vuelto loco, el PP siempre ha sido la extrema derecha o ¿es que alguno piensa que Fraga o Arias Navarro se convirtieron a la democracia porque una mañana se levantaron simpáticos?).

En política de pactos poselectorales no sé si le escandalizaría a Rosa Regàs el hecho de que en Navarra, durante dos legislaturas seguidas (2007-2015), apoyara un gobierno de UPN-PP, lo que ella llama extrema derecha. Por tanto, no le debería de preocupar que ahora la extrema derecha llegue al gobierno o ¿es que los ciudadanos de Navarra sirven de moneda de cambio para otras cuestiones oscuras?

En política internacional el PSOE no sacó al Estado español de la OTAN, gran incumplimiento electoral (OTAN de entrada NO. Saldremos como hemos entrado, con mayoría simple en el Congreso) y además, las bases americanas tampoco se fueron (en la pregunta del Referendum OTAN se decía que si ganaba el SI los americanos se irían de las bases).

Olvidó y abandonó al pueblo saharaui. Todo el discurso de solidaridad con el pueblo saharaui se tradujo en lo contrario. Buenas relaciones con el sátrapa rey feudal de Marruecos y todo lo que ello comportaba. Plegamiento a las políticas de los EEUU y Francia en esa región de África. Apoyó la primera guerra del Golfo, año 1990-1991 que tenía, como todas las guerras, una motivación económica por los intereses de los EEUU en la zona y nunca tuvo una posición enérgica con el gobierno de Israel en el genocidio contra el pueblo palestino.

En cambio, en materia de corrupción el PSOE se movió como pez en el agua: Filesa, BOE, Cruz Roja, Luís Roldán, Juan Guerra, fondos reservados, comisiones en la construcción de casas-cuarteles, comisiones en la construcción de la autovía de Leizaran, porque la lucha contra ETA también tenía su parte crematística.

No continúo enumerando decisiones del PSOE que podía haber tomado un partido de derechas porque este artículo tiene que tener un final.

Todas estas políticas, como muy bien dice Íñigo Errejón, sobre todo las concernientes a las cuestiones socio-económicas y la huelga general de 1988 suponen la ruptura del PSOE con los sindicatos y el comienzo del desgaste de su hegemonía en la clase trabajadora. Ha minado sus propias bases sociales y culturales entregándoselas a la derecha. Ahora deshacer ese camino se me antoja imposible, entre otros motivos, porque no le veo al PSOE dando un giro copernicano en sus políticas.

Eso sí, en la entrevista Rosa Regàs, cumple con los cánones de la intelectualidad de este país y se mete a arreglar los problemas de Podemos, criticando a unos y a otros. Los dirigentes de Podemos lo habrán podido hacer horrible en lo que respecta a sus temas internos pero será que el PSOE no ha tenido broncas internas y ahí no ha pasado nada. En Podemos nadie ha dado un golpe de Estado, como ha ocurrido en el PSOE a lo largo de su historia.

En resumen, calificar al PSOE de partido de izquierdas es propio de un país esperpéntico al más puro estilo valleinclanesco. La deformación de la realidad llega a tal extremo que todavía se tilda sin rubor alguno al PSOE como partido de izquierdas. Y tengo que decirlo así de diáfano: Ni el PSOE es de izquierdas ni yo soy Robert Redford.

Euskararen alde oihu bat-Un grito en favor del euskera

Euskararen alde oihu bat-Un grito en favor del euskera

Ayer, sábado, día 6 de abril, para los euskaltzales[1] que vivimos en Madrid fue un día especial  porque celebramos la Korrika[2]. Para la inmensa mayoría de las personas de fuera de Euskal Herria , el término Korrika es probable que no les diga  nada y, sobre todo ,no creo que sepan  lo que se reivindica.

Atzo txandal jantzi ginen eta Korrikaren petoarekin kalera irten ginen gure hizkuntza aldarrikatzeko. Euria egin arren umorez beteta oihukatzeko euskaraz bizi nahi dugula kaleak hartu genituen.

La korrika es una carrera que se celebra, cada dos años, en favor del euskera. Se corre de forma continua, mediante relevos durante 11 días. Se lleva un testigo que va pasando de mano en mano, desde el inicio de la carrera hasta su terminación. En ningún momento se detiene, puede pasar por un pueblo ya sea al mediodía como de madrugada.

El trayecto se inicia un jueves por la tarde y termina el domingo de la semana siguiente. Detrás de la persona que porta el testigo se moviliza toda la población de la zona por donde pasa. Dentro del testigo hay un mensaje que será leído cuando llegue al final de la carrera.

Esta carrera, que tuvo su primera edición en 1980, moviliza en la actualidad a todo Euskal Herria, pues pasa por los siete territorios históricos donde se habla el euskera, la lengua más antigüa de Europa. Su objetivo es sacar a la calle el euskera, además de la labor por su recuperación, después de haber estado siglos, de una u otra forma, arrinconado.

La Korrika tiene un marcado carácter festivo-reivindicativo. Ha llegado a tal punto de éxito que, en la actualidad, no sólo se celebra a lo largo de la geografía vasca sino que también la diáspora la celebra en multitud de lugares del planeta. Este fin de semana no sólo la hemos celebrado en Madrid sino que también se ha celebrado en otros puntos de Estado Español y en ciudades de Francia, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Alemania, Argentina, EEUU, México y un largo etc…,,

A mí, cuando se habla de la Korrika, me vienen muchas cosas a la mente todas y ellas ligadas al euskera y la cultura vasca.  El recuerdo de personas que he tenido la inmensa suerte de conocer y que pusieron toda la pasión en esta ingente labor de recuperación y normalización de esta lengua. Podría mencionar muchas, pero sólo voy a mencionar a un par de personas que ya no están entre nosotros. La primera de ellas  es Bittor Kapanaga. Sin duda alguna un sabio del euskera y de la cultura vasca. Estudioso e investigador incansable, autor de varias obras sobre el euskera pero quizás más conocido por ser el autor de diferentes letras de canciones que son un icono de la música vasca: “Ba gare”, “Geu askatzaile”, “Laster laster”, “Gogoa nun dugu” y un largo etc. Kapanaga era persona sencilla, dispuesta a compartir sus conocimientos con cualquier persona que tuviera interés por el tema. Algún día tendrá un reconocimiento a la altura de su talla intelectual. La otra persona a la que quiero hacer una pequeña mención es Joseba Kanpo, fundador e impulsor de la Korrika dentro de la labor que realizaba en favor de la recuperación del euskera. La Korrika es hoy lo que es, entre otros, gracias a él.

Habrá quien, desde fuera de Euskal Herria, piense que hoy en día no tiene razón de ser el salir a la calle a reivindicar el euskera. Las personas que realicen este razonamiento sin duda alguna lo hacen, en mi opinión, sin tener en cuenta la situación por la que ha pasado el euskera en los últimos 250 años y su momento actual.

 La primera norma en la que se aprueba una prohibición del uso del euskera data del año 1772. La Real Cédula de Carlos III prohibía la contabilidad en euskera y catalán a “todos los mercaderes y comerciantes de por mayor y menor”. Posteriormente, en 1776, se prohíben los libros en euskera y catalán. El ministro real, el Conde de Aranda, exige que: “sin especial noticia suya no se den licencias por este Consejo para imprimir libros en otra lengua que la castellana” y especifica después: “archivándose la obra original de la obra de la vida de San Ignacio escrita en bascuence” En 1801, se prohíben todo tipo de representaciones teatrales en euskera o catalán  y más elementos culturales, pues se prohíbe: “representar, cantar, ni bailar piezas que no sean en idioma castellano”. En 1902 mediante la Real Orden de Alfonso XIII y del conde de Romanones se castiga a los maestros que enseñen en su idioma “o dialecto” el catecismo. Entienden los gobernantes españoles por “dialecto” no los infinitos del castellano (hasta 90 principales e infinitos subdialectos), sino todos los demás idiomas que se hablaban en la corona de Las Españas: “Los maestros y maestras de Instrucción Primaria que enseñasen a sus discípulos la Doctrina Cristiana u otra cualquiera materia en un idioma o dialecto que no sea la lengua castellana serán castigados por primera vez con amonestación… y si reincidiese, serán separados del Magisterio oficial, perdiendo cuantos derechos les reconoce la Ley”. Posteriormente en 1925 se retiran todos los libros de texto “que no estuviesen escritos en español” y tendrán suspensión de empleo y sueldo quienes enseñen en euskera o catalán[3]. Podría seguir enumerando más leyes y decretos, pero entiendo que no es necesario. La verdad es que los borbones siempre han sido campeones a la hora de aplicar prohibiciones. Y como colofón a esta relación, mencionar cuál  era la posición de los socialistas vizcaínos a finales del siglo XIX y principios del XX en lo referente al euskera. Se posicionaban en los siguientes términos: “Nosotros, lo decimos como lo sentimos, dadas las circunstancias actuales, quisiéramos un gobierno que prohibiese los juegos florales donde se ensalzan las costumbres de una región en detrimento de otras, que no permitiera la literatura regionalista y que acabara con todos los dialectos y todas las lenguas diferentes de la nacional, que son causa de que los hombres de un país se miren como enemigos y no como hermanos”[4]. Está claro que hay algo peor que un nacionalista español de derechas: un nacionalista español de izquierdas.

   Sencillamente este pequeño botón de muestra sirve para poder poner sobre la mesa que la prohibición del euskera no es una situación que sólo se vivió durante la dictadura franquista, como gran parte del común de los mortales piensa. Por desgracia esa forma de gobernar venía de mucho antes, lo que ha llevado a que el idioma más antiguo de Europa estuviese condenado a desaparecer y a que quedara herido de muerte durante el franquismo. Desgraciadamente los enemigos del euskera ni han desaparecido ni descansan en su labor de ponerle todo tipo de obstáculos. Son los que tienen un modelo que se define de la siguiente forma: Un Estado, una única nación, un único idioma y todo lo que no cumple estos parámetros está fuera, no existe y si, por casualidad existiera, hay que hacer todo lo posible para que no exista .

Sin embargo, los que salimos a reivindicar el euskera no lo hacemos en clave de contraponerlo contra otros idiomas. Entendemos que perfectamente pueden convivir varios idiomas en igualdad de derechos. Porque eso, además de ser una riqueza cultural, ayuda a crecer a los individuos de un grupo o colectividad. Un pueblo bilingüe tiene una visión mucho más abierta y plural que un pueblo monolingüe.

Hoy en día corren vientos y nubes negras por el Estado Español que amenazan a todo lo que no sea la uniformidad y esa amenaza se cierne especialmente sobre los idiomas de los diferentes pueblos y naciones del Estado español. Los que son monolingües deben de tener algún oculto problema con el hecho que haya personas bilingües. Todo esto me recuerda la canción de Oskorri cuando dice “Euskal Herrian euskara hitz egiterik ez bada bota dezagun demokrazia zerri askara geure arima hiltzen uzteko bezain odolgalduak ez gara” (Si no es posible ni hablar euskera en Euskal Herria podemos tirar esta democracia al comedero de los cerdos; no somos tan descastados como para dejar morir nuestra alma).

Lo que los euskaldunes[5] y los euskaltzales no podemos olvidar que estas nubes negras no son la primera vez que pasan por el cielo de Euskal Herria, siendo nuestros antepasados los que las han sorteado hasta nuestros días. Por ello quiero terminar con el poema que escribió un intelectual y poeta Felipe Arrese Beitia[6], Santugiñe: “Euskaldun jaio nintzen, euskalduna azi, euskara utsik amak, eustan irakatsi, euskara maite maite, zabiltz neugaz beti, euskara ill ezkero, ez dot gura bizi” (Nací euskaldun, crecí euskaldun, mi madre sólo me enseñó euskera, querido euskera siempre andas en mí, desde que muere el euskera no quiero vivir).


[1] Euskaltzale: Persona amante del euskera.

[2] Korrika: El significado literal de este término en euskera es “corriendo”.

[3] Datos obtenidos en la página web www.nabarralde.eus

[4] Número 261 del semanario La Lucha de Clases de 7 de octubre de 1899 publicado por los socialistas vizcaínos.

[5] Euskaldun: Vascoparlante, persona que habla euskera.

[6] Felipe Arrese Beitia: Otxandio (1841-1906). Vivió en la primera mitad del Renacimiento de la literatura vasca a finales del siglo XIX.