El manifiesto de San Andrés. El nacimiento de Acción Nacionalista Vasca (ANV-EAE)

El manifiesto de San Andrés. El nacimiento de Acción Nacionalista Vasca (ANV-EAE)

Introducción

Tal día como hoy, 30 de noviembre, día de San Andrés hace 91 años tuvo lugar el inicio político de la primera organización abertzale y de izquierdas. Estoy refiriéndome a Acción Nacionalista Vasca-Eusko Abertzale Ekintza (ANV-EAE) y conocido en los ambientes abertzales como Acción Vasca[1].

El 30 de noviembre de 1930, los fundadores de ANV sacan a la luz un manifiesto que será conocido por el Manifiesto de San Andrés.

Fuera de Euskal Herria las siglas ANV a muchas personas les dirán pocas cosas y a la gran mayoría les vendrá a la mente que fue un partido ilegalizado por el todopoderoso juez Garzón, un partido más que, al amparo de esa teoría en la que todo era ETA, fue proscrito. Pues bien, cuando ETA empezó a dar sus primeros pasos en diciembre de 1958, ANV-EAE ya tenía casi treinta años de existencia, ahí es nada.

Es necesario refrescar muchos acontecimientos de la historia de Euskal Herria para que no caigan en el cajón del olvido la actividad política que protagonizaron a lo largo de la historia muchas organizaciones políticas vascas en el ámbito de la izquierda abertzale, entre las que se encuentra ANV-EAE.

El Manifiesto de San Andrés. El nacimiento de Acción Nacionalista Vasca
Portada del libro “ANV, el otro Nacionalismo. “, Editorial Txalaparta

Hay algunas publicaciones donde se pueden encontrar datos de interés sobre la historia de ANV-EAE, como puede ser en la Enciclopedia Auñamendi y en algún que otro artículo del ámbito universitario, pero quizá uno de los trabajos más exhaustivos sea el que realizó Eduardo Renobales, que con el título “ANV, el otro nacionalismo. Historia de Acción Nacionalista Vasca-Eusko Abertzale Ekintza” (Editorial Txalaparta) en algo más de 400 páginas, el autor hace un recorrido por la historia de esta formación política hasta los años 80 del pasado siglo.

Lo que a partir de aquí expongo son unos apuntes de lo que fue este partido, sobre todo, en sus primeros años de andadura, desde su fundación hasta el golpe de Estado de julio de 1936.

  • Antecedentes históricos

Si en 1921 el nacionalismo vasco se divide en las organizaciones Aberri y Comunión Nacionalista Vasca, a esto hay que añadirle el Directorio Militar de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) que trajo consigo la consiguiente represión.

En los años 20, con una antigüedad de cuarenta años, el nacionalismo vasco seguía anclado en la teorización que realizó Sabino Arana, es decir, los pilares fundamentales de la teoría nacionalista se asentaban en la raza y la religión. Eran el dogma incuestionable del nacionalismo aranista. “Raza era pureza de raza; nacionalista únicamente podía ser aquel que podía presumir de ocho apellidos vascos. Religión no era catolicismo, era integrismo religioso. El vasco nacionalista era católico, en la misma medida que era vasco”.

En 1930 dentro del proceso de convergencia entre las dos organizaciones que surgieron en 1921 un grupo de militantes de Comunión Nacionalistas Vasca  empiezan a abrirse camino con el objetivo de realizar una actualización de los fundamentos ideológicos sabinianos. Realizan una deconstrucción del nacionalismo sabiniano porque romperán sus pilares para realizar una nueva construcción de la ideología nacionalista. Si para el nacionalismo de Arana el lema “Jangoikoa eta Lege Zaharrak” (Dios y las Viejas Leyes) es de donde se cimenta el edificio ideológico para el nuevo grupo que va a surgir a finales de 1930 desterrarán este lema y todo lo que él puede representar y generar.

  • Breves datos históricos

Acción Nacionalista Vasca (ANV) nace en Bilbao el 30 de noviembre de 1930, dándose a conocer mediante el Manifiesto de San Andrés. Fue la primera organización política abertzale y de izquierda y de una profunda concepción republicana. Si bien no fue un partido de grandes masas tiene una importancia muy relevante a lo largo de su historia. Con menos de un año de vida de ANV se proclama la II República española y desde un primer momento se posiciona en favor de ella, entrando a formar parte de algunas de las candidaturas del Frente Popular. Esta cuestión le diferenció del PNV que “se mantuvo neutral en el dilema Monarquía o República en España en 1930-31, como algo que no le interesaba”.

Durante todo el periodo de la II República tiene buenas relaciones con Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC). Cuando se produce el golpe de Estado de julio de 1936, automáticamente se posiciona en defensa de la legalidad existente y sus militantes se organizan para defender a la II República.

Durante el tiempo que duró la Guerra Civil organizó varios batallones que pertenecieron al Eusko Gudarostea (Ejército Vasco), tomando parte en algunos de los enfrentamientos más importantes en el frente vasco. Durante esta etapa los batallones de ANV-EAE tuvieron una participación activa en todas las batallas importantes que se dieron en el frente vasco así como en el frente de Asturias en la ofensiva para la toma de Oviedo.

En el frente vasco hay que destacar la participación que tuvo en la ofensiva de Legutio, en concreto en la batalla del monte Albertia.  El Batallón nº 6, ANV-1 (Batallón Olabarri), que junto al batallón Isaac Puente de CNT fueron la fuerza de choque que más sufrió los bombardeos de la aviación alemana en la zona del Albertia. En la batalla de Areces (Asturias) participó el batallón Eusko Indarra de ANV-EAE, junto con al batallón CNT-3, donde cayó el comandante Cándido Saseta. Este batallón ekintzale también tomó parte, junto al batallón Celta de la CNT en la batalla del monte Kolitza (Balmaseda).

Con la caída de la II República muchos militantes sufrieron la represión y el exilio. Militante de ANV fue el capitán Kepa Ordoki que formó una compañía de voluntarios vascos a instancias del Lehendakari Aguirre para luchar contra la invasión alemana en territorio francés, entrando en París bajo la ikurrina el día de la toma a los alemanes.

La mayor parte de los militantes de ANV que partieron al exilio tuvieron como destino México, Venezuela, Argentina y algunos Iparralde. Se organizó en el interior, pero no pasó de ser un partido de escasa implantación.

Después de la muerte de Franco retomó su actividad política y se presentó a las elecciones de 1977 en la que no sacó ningún diputado. Participó en la creación de la coalición Herri Batasuna estando representado en su Mesa Nacional, permaneciendo en ella cuando la coalición se transformó en partido. Cuando Herri Batasuna se disolvió para la fundación de Batasuna mantuvo sus siglas como partido político siempre dentro del espectro político de la Izquierda Abertzale hasta que fue ilegalizada por el Tribunal Supremo en el año 2008.

Por lo que respecta a los congresos que celebró decir que desde su nacimiento, el 30 de noviembre de 1930, mediante el manifiesto fundacional tiene varias asambleas pero su primer congreso se demorará hasta 1936, poco antes de la sublevación fascista. Su segundo congreso no se celebrará hasta la muerte de Franco en 1976. El último congreso que celebra esta organización es en junio de 2002, siendo este su X congreso.

El 8 de febrero de 2008 el juez Garzón suspendió por un periodo de tres años las actividades de ANV dentro de la teoría de que todo es ETA, proceso que posteriormente desembocó en la ilegalización del partido por parte del Tribunal Supremo.

  • Fundamentos ideológicos

En principio, para analizar los fundamentos ideológicos de una organización política hay que dirigirse a los documentos ideológicos y políticos aprobados en sus diferentes asambleas y/o congresos, pero posteriormente no hay que dejar de perder la perspectiva de su praxis política diaria. Esta forma de estudio en el caso de ANV, hay que aplicarla, aún más si cabe, porque la evolución del partido se va dando en su lucha política diaria, madurando sus posicionamientos ideológico-políticos hasta que son posteriormente aprobados en sus diferentes congresos.

El nacimiento de ANV hay que situarlo en las postrimerías del Régimen monárquico –noviembre de 1930- lo que le obliga a entrar en una dinámica de trabajo político que en muchos casos le va a impedir profundizar ideológica y políticamente al estar volcado en labores políticas de cara al exterior. No hay que olvidar que en abril de 1931 se celebran elecciones municipales, proclamándose a los pocos días la II República y celebrándose posteriormente unas elecciones legislativas.

 

El manifiesto de San Andrés. El nacimiento de Acción Nacionalista Vasca (ANV-EAE)
Monolito ANV

En el Manifiesto de San Andrés los fundadores de ANV ponen las bases ideológicas y programáticas de esta organización política. Este manifiesto no es un documento extenso, el cual se divide en tres bloques: Base ideológica, norma fundamental de su actuación y criterios de actuación en los momentos actuales, que a su vez se divide en dos apartados. Los dos primeros bloques son breves pero condensan en ellos su ideología y su forma de actuar. En el tercer bloque desarrolla la forma de hacer política con respecto a Euskadi y con respecto al Estado español.

En la base ideológica propugna el derecho a la libre determinación del pueblo vasco

“La afirmación efectiva y eficaz de la personalidad nacional del País Vasco […] originada por la estimación sentimental y reflexiva de sus características, afianzadas en la voluntad popular; y el reconocimiento y adhesión a todas las consecuencias naturales, lógicas y jurídicas que de esta afirmación se derivan y que, a su vez, cristalizan en la decisión de propugnar y recabar para la colectividad nacional vasca un régimen político que le permita disponer libremente de sus destinos”.

La norma fundamental de actuación se basa en la actuación conjunta con cualquier organización que reconozca “la personalidad propia y diferencial del país”. Lo que podríamos definir como el reconocimiento de Euskal-Herria como pueblo.

Por lo que respecta a los criterios de actuación que se plantea a nivel de Euskadi son:

  • La difusión del euskera y la cultura vasca.
  • Trabajar políticamente para una cohesión política y administrativa de Euskadi.
  • Labor política en favor de la problemática social existente, en concreto lo referente a la relación capital-trabajo.
  • La colaboración con cualquier partido político que se posicione a favor de los derechos de Euskadi o que persiga la “constitución de un Estado español menos unitarista que el actual”.

Por lo que respecta a los criterios de actuación con respecto a España:

  • Plantea un trabajo conjunto con los partidos que reconozcan los derechos nacionales de los pueblos que forman el Estado español, así como que tengan una concepción progresista de la cuestión social:

“Colaborando con los partidos que reconozcan los derechos de las colectividades nacionales a disponer de sus destinos: que tiendan a una estructuración del Estado español menos unitarista que el actual: que mejor garantice los derechos individuales […] que resuelva con mayor espíritu de justicia y equidad los problemas sociales; que reduzcan el Ejército a la esfera de su propia función…”.

  • Reconoce la existencia de diferentes pueblos dentro del Estado español con los que desean que las relaciones sean cordiales.

ANV nace como fruto de una serie de influencias que tiene desde las reflexiones de algunos personajes públicos de ideología independentistas, pasando por la ponencia que se manejó para la fusión de Comunión Nacionalista Vasca y Aberri y la influencia del nacionalismo republicano catalán (ERC), así como algunos de los movimientos independentistas que se daban en ese periodo en Europa, en concreto, el Sinn Féin irlandés.

Como se ha dicho con anterioridad, ANV inicio un camino de deconstrucción del nacionalismo sabiniano para construir un nacionalismo democrático, progresista, aconfesional y profundamente republicano. Rechaza los dos aspectos en los que se fundamenta la ideología sabiniana: Jangoikoa eta Lege Zaharrak (Dios y las Leyes Viejas). La confesionalidad es sustituida por la Patria y la tradición aranista recogida en las “Leyes Viejas” o derechos históricos será marginado por el concepto de libertad entendido como derecho de autodeterminación. De ahí que el lema de ANV sea el de Aberri ta Askatasuna (Patria y libertad).  ANV asume la aconfesionalidad como base ideológica y política siendo respetuosa con el hecho religioso. De hecho, los fundadores y líderes del partido son católicos pero parten de la premisa que el factor religioso debe de quedar separado de la ideología política. Por lo que respecta a la raza, si bien “admite la raza como cimiento de nacionalidad” la obvia para dejarla sin valor político para llegar a condenar el racismo. Un lema clásico de ANV en esta época es “No importa de dónde vienes, sino a donde vamos”.

ANV hace una apuesta táctica de llegar a acuerdos políticos con toda organización política que reconociendo al pueblo vasco como hecho diferencial dentro del Estado apueste por una configuración federal del Estado español.

  • Evolución de ANV durante la II República

Por lo que respecta a la evolución del nacionalismo vasco progresista, representado en ANV, hay que decir que su primer congreso no se celebra hasta 1936. Sin embargo, como se ha dicho con anterioridad, la praxis política seguida por esta organización sirve para poder decir que poco a poco va avanzando hacia el campo socialista no marxista. Los artículos que aparecen en la prensa y revistas de esta organización son muy elocuentes al respecto.

ANV se mueve dentro de los parámetros de un nacionalismo moderno en el marco de una sociedad industrializada y social y políticamente plural. Su concepción de separar la religión de la política, definiendo “el hecho religioso como una opción estrictamente personal y no social o grupal” y fraternal con la emigración le enfrentará a los defensores del nacionalismo tradicional.

Desde el arranque de la II República se posiciona en favor de una Constitución federal para el Estado español y de la formación de un Gobierno Vasco provisional, siguiendo los pasos de la Generalitat de Cataluña, si bien la cuestión catalana estaba recogida en el Pacto de San Sebastián firmado por las fuerzas antimonárquicas. El partido se vuelca en la consecución de un Estatuto lo que le lleva a ir posponiendo el debate en el plano económico y social.

En un documento de febrero de 1933, con motivo de la constitución de ANV en el territorio de Navarra, recoge el programa de esta formación. En él se reafirman en el “principio fundamental del derecho de autodeterminación que se hace extensiva a las nacionalidades históricas peninsulares”, aceptando como punto de arranque el Estatuto de Autonomía. En el ámbito religioso defiende la aconfesionalidad, “aceptando la catolicidad como acto íntimo y personal pero abjurando de la intromisión de la religión y la Iglesia en la política”. Como partido republicano defiende esta fórmula de gobierno como “la estructura estatal más democrática y equilibrada”. Realiza una denuncia de la situación socio-política posicionándose en favor de “socializar el sistema productivo y el régimen de propiedad”. Propugna “la distribución más equitativa de los rendimientos del capital y la igualdad social”, planteando “un sistema fiscal más equitativo consolidando los derechos de los obreros en toda su amplitud y con todas las prerrogativas internacionalmente reconocidas”. En el campo cultural y educativo se posicionan por una enseñanza que sea patrimonio del pueblo y que no sirva para favorecer a la clase privilegiada. “La socialización de la cultura es la base de la dignidad del hombre y del trabajador, y el motor del desarrollo de un país”, estando a favor de que sea obligatoria y gratuita. Defiende la creación de una Universidad Pública Vasca y la defensa del euskera.

Este documento es mucho más avanzado que el Manifiesto de San Andrés. Es un avance ideológico hacia la izquierda que irá madurando hasta convertirse en una organización socialista no marxista. En este contexto, ANV utilizará dos lemas muy clarificadores: “Aberri ta Askatasuna” (Patria y Libertad) y “Euskadi libre, gizon libreentzat” (Una Euskadi libre para hombres libres).

Durante este periodo dentro de ANV conviven dos corrientes: moderados y progresistas que se reflejan en las asambleas que celebran durante la II República que van consolidando la ideología socialista.

I Congreso de ANV-EAE

En el I Congreso que celebra esta formación el 28 de junio de 1936 en Bilbao se produce el giro ideológico y político hacia el socialismo. Producto del trabajo político que ha llevado desde su fundación, ANV cierra este ciclo dando un salto cualitativo desde el Manifiesto de San Andrés al documento que es aprobado en este Congreso.

En este Congreso queda derogado el Manifiesto de San Andrés por un nuevo documento político más avanzado en consonancia con la última asamblea que esta organización celebró en Éibar en septiembre de 1935.

En el texto que se aprueba se define de forma nítida como un partido independentista. Su base ideológica se sustenta en el “reconocimiento previo de la personalidad nacional de Euskadi” definiéndola “como una colectividad nacional constituida por el conjunto de los siete Estados vascos” (los siete territorios que lo forman), y en base a ello hace una declaración en favor de la soberanía del pueblo vasco en los siguientes términos:

“Acción Vasca declara que el pueblo vasco no puede tener más norma reguladora de sus destinos que su propia y soberana voluntad y, en consecuencia, proclama aspirar a que Euskal Herria se rija y gobierne libremente por sus propios imperativos”.

Dentro de este contexto se posiciona en favor del internacionalismo fraternal entre los diferentes pueblos en los siguientes términos:

                “Aboga también Acción Vasca por una sólida hermandad entre los pueblos que, cristalizando en la constitución sobre las bases firmes de una federación de naciones, supere la artificiosa actual concepción de Estado y estabilice una era de convivencia y compenetración internacional progresivamente humana”.

                Es la primera vez que el nacionalismo vasco hace una declaración en la que se conjuga el derecho de Euskal Herria como pueblo a ejercer su soberanía nacional y a apostar por una solidaridad internacional entre pueblos diferentes. Este planteamiento supera el concepto existente dentro del nacionalismo sabiniano y de los nacionalismos europeos de corte tradicional.

                Por lo que respecta a la forma de gobierno se “considera indispensable la forma de gobierno republicana como garantía normal de desenvolvimiento de la democracia”, siendo partidarios de:

“dotar a dicha forma de gobierno de una estructura constitucional que asegure a los ciudadanos integrantes de la colectividad estatal vasca, la realidad y la eficacia de los derechos inherentes a la personalidad humana para, de ese modo, llegar a la ideal concreción de una Euzkadi[2] soberana de sí misma, con hombres soberanos de su propio fuero”.

Dentro de este planteamiento político “Euzkadi debe constituir un solo Estado indivisible” siendo solo reconocida “la voluntad popular como única fuente de derecho y origen exclusivo y legítimo de todo poder”.

Si dentro de la teoría política a la hora de reconocer al pueblo vasco como nación y ejercer su derecho para constituirse en Estado es una novedad respecto al nacionalismo vasco sabiniano, lo que será un salto cualitativo es su posicionamiento en el orden socioeconómico. Se posiciona en contra de la explotación capitalista como camino para preservar la dignidad de la humanidad

“Acción Vasca aspira a la implantación en Euzkadi de un régimen económico-social que suprima la actual dependencia de unos hombres sobre otros, como único medio positivo de asegurar a todos los ciudadanos el disfrute de una vida verdaderamente digna y libre”.

Por lo que respecta al sistema económico por el que se debe gestionar la economía vasca manifiestan que debe ajustarse “a la convivencia y necesidades generales de la nación y a la posibilidad de sus recursos”. Para ello, para ANV es imprescindible que el Estado vasco controle una serie de medios de producción que sean necesarios para el empleo de masas trabajadoras y que su finalidad sea el servicio al interés general:

“Es imprescindible que se halle en poder del Estado vasco la propiedad y, por tanto, la facultad de explotación, de la gran industria, suelo, riquezas naturales, fuentes de energía, medios de comunicación y de transporte, banca, seguros y, en general, todos los servicios fundamentales de la economía y de aquellas actividades que requieren el empleo de masas trabajadoras cuyo fin sea el servicio de interés general”.

Por lo que respecta a la actuación política va a conjugar el vasquismo y el internacionalismo “puesto que constituyendo el internacionalismo el reconocimiento y exaltación más ferviente y humano de la nacionalidad, estima que ambos postulados se complementan y robustecen al presentarse inmediatamente unidos”.

Su táctica política para el momento político “y en tanto se alcancen las metas fijadas en los principios fundamentales” (anteriormente expuestos) establece una serie de líneas generales que pueden definirse como su programa político a corto plazo que definen a ANV como una organización abertzale, internacionalista, de clase, aconfesional si tener nada que envidiar a cualquier organización de izquierdas del momento.


[1] Para la redacción de este artículo he utilizado como base el  libro de Renobales, Eduardo: ANV, el otro nacionalismo. Historia de Acción Nacionalista Vasca-Eusko Abertzale Ekintza. Editorial Txalaparta, Tafalla, 2005 y la Enciclopedia Auñamendi, que puede consultarse por Internet- Auñamendi Eusko Entziklopedia (eusko-ikaskuntza.eus). Los fragmentos de este artículo que están en cursiva están obtenidos de las obras anteriormente citas.

[2] Euzkadi: El término Euskadi en aquella época se escribía con “z”. La palabra Euzkadi es un neologismo que inventó Sabino Arana porque la palabra que siempre se había utilizado para denominar a los siete territorios históricos es Euskal-Herria. Posteriormente se ha uniformado la gramática y ha pasado a escribirse con “s”. En la actualidad con “z” únicamente lo suele utilizar el PNV.

¿A qué llamamos democracia?

El jueves 18 de noviembre ha habido un debate en la Asamblea de Madrid sobre Cuba. Estas son las cosas de vivir a la madrileña. Para algunos la Comunidad de Madrid es una Arcadia feliz, en la que no existen problemas de ningún tipo, no hay esperas en la Sanidad Pública y no pasa nada porque el Gobierno madrileño haya tenido que destruir cien mil vacunas contra el COVID porque por su ineptitud se les han caducado. Eso por no hablar de las carencias y falta de recursos en la Educación Pública. Entonces su mejor forma de que no se hablen de los problemas existentes en la Comunidad de Madrid es que el partido del Gobierno de Ayuso, el PP, presente una PNL, para considerar a Cuba una dictadura y que el Gobierno del Estado pida en la UE que se impongan sanciones contra Cuba. En  resumen, el objetivo de la extrema derecha liderada por Ayuso es que en la Asamblea de Madrid se hable de todo menos de los problemas de la ciudadanía de Madrid.

En el debate de esta PNL ha habido una intervención del diputado de Más Madrid, Hugo Martínez Abarca, que me ha parecido interesante, al margen que pueda compartir, más o menos, el contenido de su discurso, pues el tema de Cuba da para muchas consideraciones y diversas perspectivas.

Mi intención es poner el foco en el inicio de su intervención. Cuando condenó todo tipo de dictaduras, sin excepción, las definió como todas aquellas en las que no hay elecciones libres y pluralistas y donde no se respetan los derechos humanos. Y al hablar de Derechos Humanos, incluyó en este concepto, por un lado, los derechos civiles y políticos y, por otro, los derechos sociales. Un debate que ha sido muy recurrente durante el siglo XX y que, con gran acierto, en su intervención incluyó los derechos medioambientales, pues la situación actual nos lo está exigiendo de forma urgentísima.

Su intervención dio para mucho, porque en menos de dos minutos supo centrar la respuesta que se merecía la propuesta del PP. Pero en toda esta batalla dialéctica casi siempre tiene que salir Cuba u otros países, pero nunca se mira de puertas para adentro, a lo que se denomina democracias occidentales, el concepto de democracia formal que para algunos roza la perfección pero que al final de este artículo ya veremos si son tan perfectas.

Democracia, palabra griega, que viene a significar “poder del pueblo”, procede de la Grecia Clásica, y ya en aquella época se podía decir que no existía una democracia plena porque estaba reservada únicamente para los hombres libres y no para los esclavos que existían en las Polis griegas. Por tanto, el término no se llegó a aplicar en su plenitud. Pero volvamos a nuestros días.

Como cuestión previa, la izquierda a lo largo del siglo XX, a la hora de discutir sobre democracia y derechos humanos y para defender sus postulados y contrarrestar el discurso liberal, siempre ha ido al terreno de los derechos sociales, pues es una de las patas que sustenta los derechos humanos y el músculo que siempre han enseñado las ideologías de izquierdas, pero también se puede desnudar el discurso liberal desde los valores que representan los derechos civiles y políticos, porque liberales y conservadores ni tienen su exclusiva ni están en disposición de dar ejemplo en la defensa de estos derechos.

Los derechos sociales como pueden ser el derecho a una educación o sanidad pública, una vivienda o un trabajo digno no los voy a tratar, porque las democracias de nuestro entorno tendrían el mayor de los suspensos.

A lo largo de este artículo, para intentar entender lo que es la democracia y todo lo que con ella conlleva, voy a plantear diferentes preguntas para, a través de sus respuestas, intentar encontrar algo de luz en este debate y poder tener claro donde se ubica la democracia plena. Si es allí donde hay elecciones que están consideradas como libres y pluralistas y donde se supone que se respetan los derechos civiles y políticos.

¿Son las elecciones el instrumento para definir a un pais como democrático? En principio, es muy normal que para hablar de democracia y contraponerlo con una dictadura se utilice como recurso dialéctico que se den unas elecciones libres y plurales. Hay países donde se celebran elecciones que tienen el beneplácito de los países occidentales y no cumplen los requisitos mínimos para considerarlos democráticos.

Tenemos ejemplos de elecciones que en muchos casos ya se encargan los medios de comunicación de que los tengamos presentes estigmatizándolas como no libres, pero en otros, pasan de forma inadvertida. Este es el caso de Marruecos, que es una monarquía. En eso se parece al Reino de España, y donde se celebran elecciones legislativas. Pero hay que tener unas tragaderas muy grandes para poder afirmar que Marruecos es una democracia. Y no lo digo ya por el caso sangrante del Sahara Occidental. Es que en Marruecos la disidencia se paga en la cárcel. Mas sangrante, aun si cabe, es el caso de Turquía, que hay elecciones y se presenta la oposición y los partidos kurdos, pero donde la represión contra la posición está generalizada. Y he cogido como ejemplo estos dos países, porque tienen unas relaciones muy importantes con los países occidentales, hasta el extremo que Turquía pertenece a la OTAN, organismo internacional que para algunos es el gran defensor de la democracia en Occidente, cosa con la que me permito disentir en su totalidad. Casualmente, hace pocos días Pedro Sánchez ha realizado una visita política a Turquía, lo que no deja de ser una cobertura internacional para ese régimen.

Entonces, si tenemos claro que la celebración de elecciones no es un requisito suficiente para poder catalogar a un país como democrático, paso a formular la siguiente pregunta.

¿Qué tipo de elecciones son más o menos democráticas? Dentro de este grupo encontramos esos procesos electorales en los que no todos los ciudadanos de un Estado tienen la posibilidad de poder ejercer el derecho al voto. El derecho a ejercerlo existe para todos ellos, pero requiere una serie de requisitos burocráticos que, casualmente, para los ciudadanos con menos recursos económicos, el poder ejercer el derecho al voto les puede suponer muchos más problemas que a otros ciudadanos de ese Estado. Un ejemplo de esta situación se da en los EEUU. La normativa lectoral siempre ha sido motivo de una gran abstención en los extractos más humildes de la sociedad americana. Para poder ejercer el derecho al voto es necesario que previamente el ciudadano lo haya solicitado en el plazo establecido para ello, a lo que hay que añadir las dificultades existentes para poder ejercer el voto el día de las elecciones. Por tanto, no todos los ciudadanos tienen las mismas posibilidades de ejercer el voto, y por  tanto, esta democracia demuestra sus carencias.

En una democracia las elecciones no dejan de ser un proceso electoral que da comienzo unos meses antes de la celebración de las elecciones, lo que nos lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿Qué condiciones se tienen que dar para que un proceso electoral se pueda calificar de democrático? Entiendo que para que se dé un proceso con todas las garantías democráticas debe de reunir una serie de requisitos que podrían resumirse en lo que paso a relacionar.

El primer requisito es que todas las opciones tengan la misma posibilidad de llegar a la ciudadanía. Por tanto, no es concebible que haya partidos que realicen un despliegue de medios para los que necesitan de una financiación que en muchos casos su procedencia es muy dudosa. Los partidos políticos para financiar las campañas recurren a las aportaciones de militantes y a la financiación a través de préstamos que les conceden las entidades financieras. Esto me lleva a plantear que si un partido tiene una deuda con una entidad financiera ¿qué capacidad va a tener a la hora de legislar sobre un tema que afecte al sector financiero? Por lo que respecta a las aportaciones privadas que reciben, eso no deja de ser un agujero negro, en el que grandes corporaciones han financiado a partidos políticos a cambio de suculentos negocios, lo que pone en tela de juicio la calidad democrática en los países en los que se dan este tipo de prácticas, entre los que se encuentran muchos países occidentales y uno de ellos es el Estado español.  Por tanto, los procesos electorales que se dan en los países occidentales para que los podamos considerar como democráticos deberían cambiar de forma radical, porque el sistema actual sencillamente no es que no sirva, es que está viciado de raíz y quien se ve afectada es, como no podía ser de otra forma, la democracia.

El segundo requisito es el acceso por parte de la ciudadanía a una información veraz. En democracia la información que recibe la población es algo fundamental, pero durante un proceso electoral tiene mayor relevancia. De hecho es un elemento  fundamental para poder ejercer el derecho al voto sin ser manipulado, pero en el siglo XXI, con la revolución tecnológica, tiene una importancia mucho mayor, puesto que con las nuevas tecnologías se corre el riesgo de la propagación de fake news, lo que conlleva una manipulación de la ciudadanía y eso adultera cualquier proceso electoral.

Esta situación se agrava de forma peligrosa si detrás de esas malas prácticas encontramos a los aparatos del Estado junto a medios de comunicación que realizan auténticos trabajos de fontanería para desprestigiar ante la opinión pública ciertas opciones políticas. Este modus operandi no es un hecho aislado. En los países occidentales suele suceder con cierta frecuencia, pero en el Estado español lo hemos visto en varias ocasiones. Las campañas de intoxicación para desprestigiar a los partidos partidarios del Proces de Catalunya, a Podemos en 2016 o las innumerables campañas para intoxicar a la izquierda abertzale han sido una constante.

En el Estado español está probada la existencia de estas prácticas por parte de los aparatos del Estado en colaboración con medios de comunicación y esta democracia tan sumamente avanzada en la que con tanta frecuencia la ponen como ejemplo ha sido incapaz de condenar a nadie por ello. Pues es importante tener claro que eso no es ejercer la libertad de información. Eso es, sencilla y llanamente, intoxicación.

En el marco del derecho a una información veraz, no se puede pasar por alto que la inmensa mayoría de los medios de comunicación pertenecen a grupos económicos, lo que implica que sus medios de comunicación están mediatizados por los intereses que tienen en diferentes sectores económicos y a nivel general. Otro motivo más para que la información que llega a la población se vea contaminada en función de los intereses torticeros de los grupos económicos que controlan los medios de comunicación, que forman lobbys y que no son más que un peligro para la democracia real.

Entonces, podemos decir que encontrar elecciones libres y plurales se nos antoja un tanto complicado.

Si ahora pasamos a analizar los derechos civiles y políticos, esos que tanto le gusta reivindicar al neoliberalismo, vamos a ver cuánto de democrático nos podemos encontrar en nuestro entorno. Es más, no voy a tener presente toda esa lista de países que están en las antípodas de estos derechos, pero que están muy bien vistos en las democracias occidentales, y me estoy refiriendo a países que son auténticas dictaduras, pero con los que Occidente tiene una relación muy estrecha. Países como Arabia Saudí o los países del Golfo gozan de toda la cobertura de Europa y EEUU.

Cuando hablamos de derechos civiles y políticos hay que referirse a derechos fundamentales como libertad de expresión, asociación, manifestación, etc… Y estos derechos en muchos países occidentales están cada vez más cercenados. Y si hay algún país que va a la cabeza, ese es el Estado español. No es que el TEDH haya condenado de forma sistemática muchas de las decisiones adoptadas por algunos de sus aparatos del Estado, es que los derechos civiles y políticos han sido vulnerados de forma sistemática. Y los últimos años han sido un ejemplo de la vulneración de estos derechos.

Se ha intentado criminalizar el hecho poner urnas en Catalunya como herramienta de participación y expresión popular. Pero los mismos que persiguieron esto, paralelamente apoyaban a la oposición venezolana en una consulta que organizaron por su cuenta, al margen de las instituciones de este país.

El Estado español tiene un déficit democrático importante, no sólo con la existencia de la Ley Mordaza, sino con la tipificación en el Código Penal de un delito como es la sedición, que no existe en los códigos penales europeos, y que el Gobierno actual, para algunos el más progresista de la historia de España, es incapaz de derogar. Y la tipificación penal de la sedición es un tema muy peligroso, porque la sentencia del Proces ha hecho saltar todas las alarmas, pues con la sentencia en la mano da cabida a que se aplique a un sinfín de protestas, como puede ser la lucha contra los desahucios, o en el marco de una huelga general.

Como las democracias formales de corte occidental están compuestas de tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), uno de ellos, el judicial, está enfangado en uno de los mayores ridículos a nivel internacional. Todos sus intentos de extraditar a Puigdemond se están dando de bruces con la justicia de varios países europeos y con la justicia de la Unión Europea. El ridículo que los jueces españoles están haciendo en Europa está siendo alarmante, porque quien queda tocada es esa democracia que a estas alturas de este modesto artículo no está como para ponerla de ejemplo por el extranjero.

Pero sin duda alguna, uno de los casos en el que los diferentes tribunales españoles han actuado con mayor escarnio ha sido el encarcelar a los líderes de la izquierda abertzale por intentar hacer política para poner los mimbres para el fin de ETA. El TEDH, una vez más, desautorizó a la justicia española y ya uno no sabe cuántas van. Este es el respeto a los derechos civiles y políticos.

Sin un mayor deseo de extenderme, pues no deseo alargarme en exceso, es necesario decir que las democracias occidentales, empiezan a dar síntomas de agotamiento preocupante. Es por ello que la extrema derecha está ganando posiciones. No han aprendido de los errores que se cometieron en el periodo de entreguerras (1919-1939), y que sirvieron para el auge del nazismoy el fascismo. Y como el sistema económico acaba por imponerse al sistema político, es decir, el capitalismo se impone a la democracia, el primero es el que marca los designios del segundo y si el que prima (el capitalismo) ve peligrar su hegemonía, no dudará en utilizar cualquier fórmula para imponerse, y si para ello tiene que aupar al fascismo, que a nadie le quepa la menor duda que lo hará, que la cuenta de resultados es lo que marca la agenda y no los conceptos de  elecciones libres, pluralistas y el respeto a los derechos humanos.

Y después de todo lo dicho hasta aquí, si alguien lo desea, hablemos de Cuba, pero siempre con rigor democrático.

La Sierra de Guadarrama víctima de la industria del esquí

A lo largo de estos días hemos estado inmersos en la cumbre de Glasgow, en la que se ha estado debatiendo para intentar superar la crisis climática que nos acecha. Los resultados siguen siendo decepcionantes, porque todo se queda en buenas palabras, pero, desgraciadamente, muy lejos de las medidas que la situación requiere. El capitalismo se resiste a renunciar a seguir obtenido grandes beneficios a costa de la salud de nuestro planeta y por tanto de la nuestra. La cuenta de resultados de las empresas está por encima del bienestar de la humanidad.

No nos engañemos. El capitalismo no tiene ningún interés en cambiar de actitud y si entra en este tipo de conferencias, es más por una cuestión de imagen, que por un interés real, porque cuando luego hay que bajar a los problemas del día a día, su aptitud es la misma que ha tenido desde el inicio de lo que hoy podemos definir como sociedad capitalista.

Tampoco es una novedad que cuando el capitalismo tiene dificultades para defender sus intereses y privilegios, porque estos están en peligro, no repara en medios para poder mantenerlos intacto. Para ello aplican la máxima del “todo vale” y echan mano de todo tipo de argumentos y artimañas, y si es necesario, alimentan al fascismo para que les realice el trabajo sucio.

Todo esto aun siendo obvio es necesario recordarlo pues hoy traigo aquí un problema de un gran impacto medioambiental que se da en las comunidades de Madrid y Castilla y León. En concreto, en la Sierra de Guadarrama. Me estoy refiriendo a las pistas de esquí existentes hasta la fecha en el entorno del puerto de Navacerrada y que allá por el mes de marzo el Ministerio de Transición Ecológica decidió no renovar la concesión a la empresa concesionaria.

El motivo aducido por la Administración Central se fundamenta en la subida de las temperaturas, debido al cambio climático, lo que aboca a no hacer viable el mantenimiento de la concesión para un negocio basado en la nieve.

Para las personas que no conozcan la zona, voy a ser muy conciso. El entorno del puerto de Navacerrada es el entorno montañoso que más cerca está de la metrópoli madrileña y una zona magnífica para tener un contacto directo con la naturaleza y practicar senderismo siempre respetando el medio ambiente. El incremento de las temperaturas, como consecuencia del cambio climático ha originado un descenso importante de las precipitaciones en forma de nieve en esta zona, por lo que la práctica del esquí en esas instalaciones se ha resentido considerablemente.

Por lo que respecta a las pistas de esquí que existen en ese entrono, tienen una antigüedad cercana a los setenta años, pero, lo más importante, la existencia de esas pistas ha originado un grandísimo impacto medioambiental. Se mire como se mire, las instalaciones de esquí han supuesto un deterioro paisajístico que se ha ido acrecentando a lo largo del tiempo. Desde la tala de árboles, el acondicionamiento de laderas de montaña para la práctica de este deporte y, una de las cosas más graves, la construcción de las instalaciones necesarias para la práctica de este deporte, como pueden ser los remontes, cañones de nieve y otro tipo de edificaciones que han originado un gran deterioro del entorno.

El motivo aducido por el Ministerio de Transición Ecológica para su no renovación no deja de ser un tanto endeble. No porque no le asista la razón, sino porque hay innumerables motivos que podrían fundamentar esta decisión, además del que aportaron en su momento.

La Sierra de Guadarrama por su vertiente sur, que corresponde a la Comunidad de Madrid, ha sufrido un impacto urbanístico, que se puede decir, sin ningún género de dudas, que es irreparable. La proliferación de edificaciones ha sido una constante a lo largo de varias décadas, sin que nadie haya puesto coto a esta barbaridad de crecimiento urbanístico.

Las políticas del ladrillazo se han cebado con diversos parajes naturales. Además de los pelotazos urbanísticos que han surgido al amparo de las políticas neoliberales en la regulación del suelo, la Sierra de Guadarrama lleva sufriendo durante muchos años un deterioro que si no se le pone coto de forma inmediata, la situación va a ser irreversible a todas luces. Y todas las infraestructuras necesarias para la explotación de las pistas de esquí son responsables directos de ese deterioro.

La situación en este momento es un tanto kafkiana, porque según las informaciones que se han publicado en algunos medios de comunicación, la empresa concesionaria, no sólo se niega a retirar las instalaciones existentes, en virtud del fin de la concesión y, previa petición de la Administración Central, sino que tiene intención de abrir las instalaciones para su explotación el próximo 1 de diciembre. Habrá que esperar a ver que sucede ese día, pero esperemos que el Ministerio de Transición Ecológica tome las medidas oportunas para que la concesionaria no actúe a su libre albedrío.

Ante esta situación la Comunidad de Madrid, teniendo en cuenta que el ultraliberalismo campa a sus anchas en sus despachos, con el apoyo imprescindible de la extrema derecha, ha decido dar batalla. Como no podía ser de otra forma, están en contra del cierre de las pistas de esquí y han llamado a arrebato. Como no podía ser de otra forma, a la extrema derecha española (PP-VOX) el medio ambiente nunca ha estado en sus agendas, entre otras cosas, porque son los responsables, que no los únicos, de los desmanes urbanísticos que se han dado en el entorno, pues la inmensa mayoría de los ayuntamientos de la zona los llevan gobernado desde hace bastantes años.

Lo que ocurre es que a todo esto hay que añadirle que la extrema derecha española es negacionista del cambio climático. Sólo hay que escuchar a personalidades importantes del PP, como Aznar, Rajoy, etc… o a líderes de VOX, lo que opinan sobre tema. La gran preocupación es la obtención de beneficios de las empresas, aunque sea a costa del deterioro irreversible del medio ambiente. Por lo que en esa confrontación entre intereses empresariales y medioambientales, la extrema derecha siempre va a elegir lo primero. Su único objetivo es la acumulación de riquezas aunque eso realmente sea pan para hoy pero hambre para mañana, porque si el planeta colapsa, lo hacemos todos. Son las teorías cortoplacistas del liberalismo económico.

No hay que olvidar que muchas estaciones de esquí sobreviven gracias a las ayudas públicas, pues son deficitarias. Tienen que recurrir a las administraciones públicas para que las explotaciones sigan siendo viables, sin ser una actividad que esté extendida entre la población en general, pues sigue siendo un deporte muy minoritario, pero con un grandísimo coste en infraestructuras.

En toda esta historia falta un elemento que he mencionado en la introducción que he realizado, y corresponde a la intervención de la extrema derecha española, el fascismo del siglo XXI. Son los negacionistas del cambio climático elevados a la enésima potencia. No hay duda de cuál va a ser su postura, pero a la hora de utilizar un argumentario tiran de falsedades, demagogia y lo que haga falta. Al fin y al cabo, la cobertura mediática que tienen les posibilita todo ello. Y en este tema no han tenido mejor idea de unir cultura y esquí. A cualquier persona en su sano juicio le puede chocar, pero así es.

VOX ha presentado una iniciativa para que la Comunidad de Madrid declare a las pistas de esquí de Navacerrada que están en la vertiente madrileña, como Bien de Interés Cultural. Debe de ser que quieren equipar las pistas de esquí al Museo del Prado o al Acueducto de Segovia. Dos bienes de interés cultural muy cercanos a donde se encuentran las pistas de esquí. Pero no sería de extrañar que esa estrategia les de resultado y mucha gente se trague el anzuelo, al fin y al cabo es la misma que han utilizado para hacer ver que la caza y los toros son bienes de interés cultural. Algo que en pleno siglo XXI no deja de ser una aberración.

Detrás de todo esto no hay otra cosa que mantener su modelo económico y de ocio, pensado en defender los intereses de una minoría y nunca en los intereses de la ciudadanía en general. Y para ello lo disfrazan  con términos, como en este caso “bien de interés cultural”, que nada tienen que ver con la cultura, pero mucho con intereses de otra índole.

Para que la situación tenga un toque algo más surrealista, el pasado sábado 13 de noviembre, el puerto de Navacerrada tuvo unos visitantes muy especiales. VOX se manifestó en contra del cierre de las pistas de esquí, pidiendo que Navacerrada sea declarado bien de interés cultural. En su lema no hablaban de pistas de esquí, porque de esa forma quedan a relucir sus intereses. Pero una vez más, el fascismo trata a la gente como imbécil. Quizá porque por desgracia, su estrategia le ha dado muy buenos resultados.