El PNV: perejil para la ultraderecha

El PNV: perejil para la ultraderecha

La injerencia de los países occidentales en la política interna de terceros países no deja de ser una constante. No renuncian a seguir tuetelándolos, como si a día de hoy Occidente siguiera siendo la metrópoli y el país en cuestión una colonia. En estos momentos uno de los países que se lleva la palma no es otro que Venezuela. En lo que concierne al Estado español, el grado de intromisión es tal, que ha pasado a formar parte de la política interna y es motivo de debates en el Congreso ¿Se imagina alguien que en el Congreso de los diputados se debatiera acerca de la calidad democrática de las elecciones en los EEUU o en Turquía? No, pero si es Venezuela todo vale.

En ese contexto, las diferentes familias de la ultraderecha española lo están utilizando como un recurso más en su pugna por desgastar al gobierno del PSOE-Sumar. Y en todo ese bombardeo, le ha faltado tiempo al PNV para entrar en ese barro, cosa que a algunos bienintencionados les ha dejado algo descolocados, pero si uno escarba un poquito, la estrategia del PNV en absoluto es fruto de la casualidad. Por detrás de todo ello hay una línea ideológica y política que perdura en el tiempo, aunque no saque el mismo ruido que la ultraderecha, y no es otra que la defensa de la  oligarquía venezolana y estar al servicio de las políticas atlantistas.

PNV: el perejil de la ultraderecha
Santiago Abascal (Wikimedia Commons9

Sin embargo, en esta ocasión el PNV ha ido demasiado lejos. Su defensa de los intereses de las élites venezolanas, con la excusa de que muchos de ellos son descendientes de vascos, recurso que tiene poco o nulo recorrido, le ha llevado a ir de la mano de Abascal, Ortega Smith y Cayetana Álvarez de Toledo, es decir, lo más casposo y ultra de la política española.

La actitud de los jeltzales sencillamente no tiene un pase. En todo el proceso electoral que se ha vivido en Venezuela los de Sabin Etxea no han respectado ni la soberanía, ni las resoluciones de las diferentes instancias jurídicas de este país; han dado por buenos unos resultados, sustentados en unas actas que posteriormente hemos sabido que eran falsas, hasta el extremo que el candidato opositor, Edmundo González se ha desvinculado de ellas ¡vaya tufo!

Actuando de esa forma, la cuestión es sencilla: cómo se va a poder tomar en serio al PNV cuando habla de pedir la soberanía para Euskal Herria, cuando no respeta la soberanía de un Estado que es independiente y con asiento en diferentes organismos internacionales, como la ONU. Parece que han olvidado que el libertador de Venezuela, Simón Bolívar, tiene sus raíces en Euskal Herria. Esta actitud del PNV no deja de ser una tomadura de pelo. Esto no va de defender o atacar a Maduro, va de respetar a un país soberano. Y si todo esto es grave, aún lo es más el hecho que en toda esta cacería en contra de las autoridades venezolanas, vaya de la mano de los partidos de ultraderecha españoles, los mismos que niegan la soberanía del pueblo vasco para decidir su futuro.

PNV: el perejil de la ultraderecha
Margarita Robles junto al Secretario de Defensa de EEUU (Wikimedia Commons)

Hay que decir que la actitud de su socio de gobierno en Ajuria Enea es infumable, decidiendo dar asilo político a una persona sobre la que hay una acusación formal de las instituciones judiciales venezolanas por una serie de cargos, y no digamos, la de la ministra Margarita Robles, la más ultra del gobierno, que llama dictador a Maduro. Pero el PNV ha decidido ir más lejos y se ha unido a la ultraderecha española para dar un paso que ni la UE se ha atrevido a dar, como es el reconocer a Edmundo González como presidente legítimo de Venezuela. Y curiosidades de la vida, la votación en el Congreso se ha celebrado un 11 de septiembre, aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile, y votando de la mano de quienes han blanqueado durante décadas la dictadura de Pinochet. Esa ultraderecha española que aplaudiría una intervención de militar en Venezuela por parte de alguna potencia de la región. Esto es lo que ocurre en política, que hay que saber elegir los compañeros de viaje.

Por cierto, si tanto le preocupa al PNV los descendientes de vascos, podían poner el foco en la Argentina de Milei, donde muchos de ellos están viviendo una situación social que es insostenible.

La ultraderecha española llevaba semanas cocinando este potaje y sólo le faltaba ponerle el perejil para rematar su guiso, pero ha llegado el PNV y lo ha puesto sin que nadie se lo haya solicitado. Se ha apuntado a la fiesta y, claro, los organizadores encantados de haberse conocido. Lo que habrán pensado es que ya falta menos para volver a reeditar un nuevo trifachito ¡Al tiempo!

2 pensamientos en “El PNV: perejil para la ultraderecha

  1. No cabe duda que el apoyo del PNV cuesta entenderlo, cuanto menos, y que el interés de la derecha y ultra derecha española por Venezuela es cero, a no ser como arma arrojadiza al Gobierno de España, motivo que hace más incomprensible aún la pifia del PNV.
    Pero de ahí a hablar de ingerencia en la política Venezolana me parece un poco excesivo. Que las actas de la oposición parecen de la señorita Pepis no cabe duda, pero que las sacrosantas actas oficiales no las quiere enseñar ni el tato, lo cual clarificaria el tema, dice mucho del quinqui de Maduro que no es ningún ejemplo de demócrata y que tiene las principales instituciones del país amañadas, incluido el Supremo.
    Como no parecen fiables ni unos, ni otros, nos encontramos ante un deficiente proceso democrático, que me temo hubiera requerido mayor ingerencia neutral.
    Ante esto me parece comedida la posición oficial de España, que asila al líder de la oposición porque lo solicita, más haya de su ideología política, y no deja de ser el líder de la oposición elegido por los venezolanos y, como auténticos demócratas, debemos respetarlo. Los cordones sanitarios los podemos gestionar en casa pero hacerlo en casa de otros, sí que es una ingerencia.
    Digo esto porque habiendo cosas criticables no lo es todo y tensando algunas posiciones parece que blanqueamos otras.
    Ahora bien, la patochada de Pp y Vox es grande y que el PNV entre al trapo inexplicable. Lo del trifachito lo veo muy lejos tal y como está el panorama.
    Gracias ,Mikel, por abrir debate.

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