Han pasado más de dos meses desde las elecciones generales y durante este tiempo el PSOE se ha dedicado únicamente a solicitar al resto de los partidos que faciliten su investidura como gesto de responsabilidad para facilitar la formación de un nuevo gobierno. Bien es verdad que hasta ahora sus mensajes se han dirigido más a su derecha que a su izquierda. Esta solicitud, como no podía ser de otra forma, ha ido acompañada con la muletilla recurrente “para no depender del independentismo”. La verdad sea dicha que hasta en esto el PSOE ha sido poco original.
No se puede olvidar que la foto que salió de las urnas el día 28 de abril no fue una buena foto para la izquierda. Es verdad que se había conseguido evitar la llegada del tridente ultraderechista al poder. El trio de Colón no consiguió sus objetivos gracias a los números nefastos que obtuvieron en Cataluña y Euskal Herria. Los resultados que obtuvieron los partidos nacionalistas e independentistas, tanto de izquierda como de derecha fueron determinantes para evitar que se repitiera una situación como la de Andalucía después del 2 de diciembre. Pero no es menos cierto que el resultado obtenido por el PSOE le daba un margen de maniobra lo suficientemente holgado como para buscar algunos acuerdos, muy lejos de los deseos del electorado de izquierda, tendentes a contentar a los poderes económicos y a los guardianes del Régimen del 78. De hecho, los números le dan la posibilidad de gobernar con el apoyo de Ciudadanos.
EL PSOE ha esperado los resultados de las elecciones municipales y autonómicas para diseñar una estrategia que se ha centrado en la presión, por todos los flancos, a Ciudadanos para que facilite la investidura de Sánchez. Para reforzarla ha contado con todos los poderes políticos y económicos, habiendo sido hasta la fecha totalmente infructuosa. Ciudadanos, pero sobre todo su líder, está en estos momentos en una ardua batalla por querer pelear con PP y VOX por el espacio de la derecha dura, hasta el extremo de llegar a perder las formas en más de una ocasión. Está claro que cuando se pelea en el lodazal los contrincantes no están para finuras. Pero llama la atención que el líder de Ciudadanos haya hecho oídos sordos a todos los requerimientos que le han realizado los que hasta ahora han sido sus mayores valedores, la oligarquía y los grupos de presión políticos.
Desconozco si esta estrategia del PSOE tenía como finalidad la de obtener el apoyo de Ciudadanos o, por el contrario, que estos últimos se retrataran. Si esta segunda opción era la finalidad de Ferraz, no cabe duda que han logrado su objetivo, porque Ciudadanos en la actualidad se ha echado al monte. Pero la opción real del PSOE era la primera, pero se ha encontrado que Ciudadanos está en otra dinámica y es casi imposible que deshagan el camino andando.
En todo este proceso, hay que tener presente que el PSOE todavía tiene en la mente lo sencillo que le fue sacar adelante la moción de censura contra Rajoy. Fue un trabajo limpio y como quien dice “sin despeinarse”. Desde un primer momento manifestó que no iba a negociar con ningún grupo parlamentario. Era jugar con las cartas marcadas pues sabía el deseo unánime de toda la izquierda, partidos nacionalistas catalanes y vascos de echar a Rajoy. Solo hacía falta que se taparan la nariz para apoyar a Sánchez. Todo fuera por echar del Gobierno al partido más corrupto de Europa. Para ello, Unidos Podemos le ofreció un cheque en blanco para la investidura y, para que no quedara duda al respecto, Pablo Iglesias se puso a trabajar en favor de obra convenciendo a ERC, PdeCAT, PNV y EH Bildu. Todos apoyaron la moción de censura, no tanto por las pasiones que levantaba Sánchez en esos partidos, sino por la necesidad de echar a Rajoy. Pienso que el PSOE que puede ser muchas cosas, pero tonto no, ha querido volver a probar la misma fórmula para sacar a delante la investidura: ser apoyado sin necesidad de dar nada a cambio. Esta estrategia tenía su lógica porque en la actualidad tiene opciones a derecha e izquierda para llegar a acuerdos. Se ha reunido con los partidos con un solo punto en el orden del día, que le faciliten la investidura sin ofrecer nada a cambio. Por la derecha ha visto que la opción Ciudadanos parece haber entrado en barrena, por lo que vuelve a plantearse la opción Podemos, siendo consciente que a ese hipotético acuerdo hay que añadirle más apoyos.
Durante toda esta pelea siempre ha habido un mar de fondo, la amenaza soterrada por parte del PSOE y del Presidente del Gobierno de una repetición de las elecciones. Sin embargo la semana pasada se han dado informaciones que nos ofrecen algunas claves de lo que busca el PSOE. Por un lado, el PSOE envía señales de desear un pacto con Podemos, pero que su alcance sea un simple gobierno de colaboración y por otro, casualmente, el CIS nos obsequia con una encuesta electoral, en el supuesto de que hubiera que repetirlas, que no tiene desperdicio. Desconozco su fiabilidad, pero no me cabe ninguna duda que su publicación no ha venido dada por ningún fenómeno meteorológico. No sabemos si es verdadera o falsa pero no cabe duda que es verosímil y como dice el filósofo Daniel Innerarity, en política la verosimilitud es más importante que la verdad y no cabe duda que esta encuesta puede lograr su objetivo. Por el espectro de la derecha, pronostica que en global perderían nueve diputados, Cs lograría dar el sorpaso al PP, que perdería 5 escaños y VOX perdería casi la mitad de los escaños logrados en abril. La lectura que se puede hacer es: la guerra interna de la derecha se salda con la victoria de Cs, pero pierden toda posibilidad de liderar el centro. Parece que los datos son verosímiles viendo la actitud de los tres partidos de derecha.
Por lo que respecta al pronóstico que realiza sobre los partidos nacionalistas e independentistas no parece que haya movimientos significativos y augura una nueva caída de Podemos. Este dato también puede entrar dentro de lo factible, porque puede existir un hipotético sector del electorado de Podemos que se muestre favorable a un apoyo a un gobierno del PSOE, aunque no sea de coalición.
Pues bien, a día de hoy, nos encontramos que la encuesta no ha conseguido mover de su sitio a la derecha ni tampoco ha conseguido que Podemos se pliegue a las exigencias del PSOE. Por ello, visto lo visto, el PSOE para defender su postura de no aceptar que Podemos entre en un gobierno de coalición ha tirado de manual hispano, con una cuestión recurrente, rancia y ciertamente ventajista: la imposibilidad de formar un gobierno con un partido que está a favor de la celebración de un referendum de autodeterminación en Cataluña. Este argumento es muy socorrido y al electorado del PSOE le va a parecer un argumento de peso, sin pararse a pensar que la negociación de un gobierno de coalición se hace bajo la aceptación de un programa en el que ambas partes tienen que renunciar a ciertas cuestiones para poder llegar a un acuerdo y no me cabe la menor duda de que Podemos dejará a un lado esa cuestión si ello puede facilitar entrar a formar parte de un gobierno de coalición. El electorado de Podemos, fuera de las nacionalidades históricas, tampoco se vería muy defraudado por renunciar a un referendum en Cataluña como fórmula para resolver esta cuestión. Pero el problema que puede haber es que, con la actual representación parlamentaria de Podemos, haya más cuestiones en las que tenga la obligación de claudicar. Ahí es donde Podemos puede tener un desgaste muy superior que el que tendría si estuviera apoyando al ejecutivo desde fuera. Sin embargo, sus dirigentes apuestan por un gobierno de coalición, porque entienden que su recuperación política pasa por formar parte de ese gobierno y por eso están poniendo toda la carne en el asador. Ante esta posibilidad sólo cabe recordar que todos aquellos partidos que han compartido gobiernos de coalición con el PSOE y presididos por éste, han salido bastante perjudicados y si no que se lo pregunten a ERC e ICV cuando fueron parte del Tripartito catalán o a IU cuando compartió gobierno con el PSOE en Andalucía.
Deben de ser conscientes que el objetivo se antoja sumamente difícil y que si el PSOE no acepta la exigencia de Podemos, decide tirar la toalla y convocar de nuevo elecciones sus resultados pueden ser peores de los obtenidos el 28 de abril y eso sería el principio de su fin.
Hasta ahora lo que está claro es que el PSOE sigue marcando los tiempos, con una posición rocosa que nadie ha conseguido erosionar y, por su parte, Podemos tiene que gestionar una situación cada vez más difícil.
Yo, sinceramente, creo que a todos les ha dado un ataque de megalomanía y en el único que me lo puedo explicar (no justificar) es en Sanchez que ha ganado con claridad después de un periplo épico en su partido.
Megalomanía aparte, el famoso sentido de estado que todo el mundo se arroga ante los micrófonos brilla por su ausencia, a no ser que el sentido de estado corresponda a: “Yo sólo sé que le conviene al estado”.
En mi modesta opinión y después de tantos años de políticas neoliberales, ahora lo que debe primar es la aplicación de programas progresistas y facilitar los gobiernos minimizando cualquier ruido que le puedan ocasionar aspectos ajenos al programa aplicado.
En este sentido el karma instalado de :” Te apoyan independentistas, populistas, filoetarras,etc! Seria ruido innecesario por lo que con acuerdos exclusivamente programáticos lo minimizariamos.
En este sentido creo que exigir la entrada en el Gobierno, aunque lícito, no sería bueno.
Me gusta el modelode Portugal.
En fin, es curioso como los líderes actuales se creen Dios y no gan gobernado ni su Comunidad de vecinos.
Gracias, Mikel!
Muchas gracias por tu comentario, pero quisiera matizar algunas de las cuestiones que planteas:
Sánchez ha ganado las elecciones con claridad y viniendo de la situación en la que estaban no hacía mucho tiene un mérito notable, pero quiero recordar la frase que se le decía a Rajoy y al PP cuando ganaba las elecciones sin mayoría absoluta y no era capaz de lograr apoyos suficientes para obtener mayoría absoluta. Se le recordaba que para gobernar hacía falta lograr la mayoría absoluta.
La megalomanía si hay a alguien que se le puede adjudicar es a Rivera y a su partido. Están sobreactuando constantemente.
Desde mi punto de vista, el error de Podemos ha sido el no pedir desde un primero momento una comisión para elaborar un programa de gobierno consensuado por ambas partes para posteriormente recabar el resto de los apoyos que necesita esta fórmula. En función de la representación de cada una de las partes la fuerza para poder exigir será mayor o menor, por lo que no cabe duda que con la presentación de Podemos no le quedaría más remedio que dejarse más de un pelo en la gatera. Una vez de consensuado una acción de gobierno es cuando hay que materializar la fórmula para gobernar. Por eso creo que desde Podemos han vuelto a sobreactuar en esta cuestión y han cometido un error de consideración. Además, lo de participar en un gobierno en el que la representación de Podemos va a ser muy limitada implica que se va a tener que tragar más de un sapo y eso le puede suponer un coste político.
Se me ha olvidado comentarte que mi sensación es que el PSOE no quiere gobernar con Podemos ni en un gobierno de coalición ni en un gobierno monocolor del PSOe con un programa de gobierno acordado entre ambas formaciones. El PSOE quiere gobernar sin ningún tipo de ataduras, sabiendo que tiene opciones para aprobar muchas cuestiones con el apoyo de Cs y del PP, porque en muchos temas estos tres partidos tienen puntos de vista muy similares.
Tal vez tengas razón y esto es una razón más para que Unidas Podemos priorice un acuerdo programático antes que otra cosa porque, además, tienes razón que participar en un Gobierno con perfil bajo pasa factura y no está el asunto para farolillos
Me pregunto :
No será que el PSOE pretende exclusivamente el desgaste y hundimiento definitivo de Podemos? No es que haya hecho bandera del derecho de autodeterminación, pero renunciar a él, disminuiría todavía más los votos en Catalunya y Euskal Herria. Parece que el PSOE le está empujando a arrastrarse por el barro para quedarse. Llamadme malpensada ….
Y oír lo de “coalición de izquierdas” con el PSOE, me chirría bastante…
Muchas gracias por tu comentario. En absoluto eres mal pensada. El PSOE busca el hundimiento de Podemos como en los años 70 buscó el hundimiento del PCE y posteriormente siempre buscaba hundir a IU, lanzándole todo tipo de ataques y si era necesario de OPAS para quitarle figuras relevantes. No nos olvidemos que el PSOE no deja de ser una máquina electoral.
Sobre el derecho de Autodeterminación Podemos ya ha dicho estos días que no tiene intención de ponerlo sobre la mesa. En estos momentos no quiere ni oír hablar sobre ese tema y vamos a ver qué camino toman a partir de ahora. Y así y todo el PSOE sigue cerrando la puerta a un posible gobierno de coalición.
Creo que el problema radica en que el PSOE no quiere llegar a ningún acuerdo con Podemos sobre ningún tema y menos sobre políticas socioeconómicas. El PSOE está para defender al Régimen y en muchas votaciones votará junto con Cs y PP.
Pues yo Mikel, que quieres que te diga, entiendo las razones pero a mis años ya me cansé de ser razonable. En las Corporaciones, y el Gobierno es una más, por supuesto que es en el Consejo de Dirección donde puedes sufrir un mayor desgaste sobre todo cuando estas en minoría, pero fuera de él no eres nadie.
Tal parece que aquí los que están jugando al juego de quemar a todos menos a ellos mismos son los Canovas y Sagastas. Hoy escuchando al alguien del PSOE retomando y lanzando las bondades de la idea Rajoniana de las elecciones a doble vuelta como elemento estabilizador del Gobierno del Pais se me ponían los pelos como escarpias.
Muchas gracias por tu comentario. Después de todo lo que hemos vistos en los último días mi opinión es que el PSOE no tiene ninguna gana de negociar con Unidas Podemos y en todo esto me preocupa que la propuesta de Gobierno que ha presentado el PSOE es infumable. Es una propuesta más dirigida a Ciudadanos que a Unidas Podemos porque si estuviera en la mano del PSOE, éste negociaba con los ojos cerrados con Rivera.